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El actual presidente, Daniel Ortega, solicitó apoyo al Consejo Superior de la Empresa Privada (COSEP) para disolver la Asamblea Nacional, buscando asà una solución a la «crisis institucional» en la que está inmersa Nicaragua.
El presidente Ortega dijo a empresarios «que si el COSEP lo apoyaba, él estaba dispuesto a disolver y reorganizar una legislación con representantes de todos los sectores, como fue el Consejo de Estado».
Aunque el impedimento central del gobernante para anular la Asamblea radica en la necesidad de 56 votos de los 92 legisladores del Congreso para seleccionar los cargos altos. Según el asesor de asuntos económicos de la Presidencia, Bajardo Arce, Ortega está negociando este tema con los lÃderes de la oposición, Eduardo Montealegre, ex canciller y ex candidato presidencial, y con Arnoldo Alemán, ex presidente, con el objetivo de re-estructurar de ipso facto el Estado.
El mandatario desea implementar un Consejo de Estado, en vez de la Asamblea Nacional. Como indica Ortega, este organismo estarÃa integrado y representado por los partidos polÃticos, los principales sindicatos, las instituciones de la sociedad civil, los estudiantes, los empresarios y otras organizaciones. De modo que serÃa un fiel reflejo de las instituciones que funcionaban en el paÃs centroamericano en coordinación al gobierno sandinista en la década de 1980. Tanto la oposición como el partido aliado Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), rechazaron la propuesta del mandatario. El diputado del FSLN,AgustÃn JarquÃn, calificó como «no felices» las palabras de la primera autoridad nicaragüense, dado que la institucionalidad del paÃs debe descansar en los acuerdos de Esquipulas II, que el propio Ortega firmó hace 23 años.
Además de ello, el mandatario ha planteado nuevamente la elección de la mayorÃa de los 10 jueces electorales del Consejo Superior Electoral. Este acto no lo secunda la oposición en el Parlamento, ya que alegan que estos magistrados efectuaron fraude en las elecciones municipales en noviembre de 2008, favoreciendo a los sandinistas, el grupo polÃtico que en la actualidad encabeza el oficialismo[1].
El oficialismo considera que el sistema actual  no es representativo; funciona en base a las decisiones y vaivenes de los partidos polÃticos, lo que obstaculariza «el proceso de estabilidad institucional» en el paÃs. Sin embargo, la instauración de un «sistema de gobierno popular», no es sinónimo de estabilidad. En democracia son los partidos polÃticos, los llamados a agregar y representar los intereses de los ciudadanos, y es en el Parlamento donde se legisla con autonomÃa del Ejecutivo. Ambos poderes, además del Judicial, están sometidos a la Constitución, la cual se debe respetar y no cambiar a discreción.
[1] Nicaragua: Ortega pide el apoyo a los empresarios para disolver la Asamblea Nacional, Infolatam, 27 de mayo de 2010. Obtenida electrónicamente en: http://www.infolatam.com/entrada/nicaragua_ortega_pide_el_apoyo_a_los_emp-20991.html.