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El pasado viernes 17 de diciembre de 2010 la revista Vanguardia sufrió un violento allanamiento en sus oficinas por funcionarios del Fideicomiso «Agencia de Garantía de Depósitos No más impunidad (AGD) y cinco patrullas del Grupo de Intervención Rescate (GIR), justificándose en un documento que afirmaría que la revista opositora adeudaba 14.560 dólares al Estado, que correspondían a 13 meses de arriendos del inmueble.

Las fuerzas que tenían tres días para embargar y lo hicieron en 5 minutos, se llevaron 30 computadores de su redacción por el «impago» apoderándose de toda la información que procesa esta publicación.

La revista Vanguardia es un proyecto editorial que surgió hace cinco años. Como ellos señalan, nació con el objetivo de ser la revista de los cambios, donde se apuesta por las ideas, los debates y que acompañe y estimule la democracia en Ecuador, realizando un trabajo crítico e independiente.

Para el director de esta publicación, Juan Carlos Calderón, lo ocurrido correspondería a una persecución política, ya que la Editorial Gran Tauro responsable de la revista había depositado un cheque para pagar el arriendo de la sede. No obstante, denuncia que la policía ingresó de manera desmedida y abusiva en busca de la información publicada, que en oportunidades ha comprometido a funcionarios de gobierno y policías.

Sin embargo, Pedro Delgado presidente de la AGD, en declaraciones para «El Ciudadano» descartó que ésta sea una acción política y que solamente se está tomando control de los bienes que pertenecen al Estado, afirmando que el material embargado cubre el monto de la deuda. Contrariamente, como se defiende la Editorial, el pago se encontraba depositado en un Juzgado de Inquilinato y de igual forma se procedió al embargo, llevándose sólo equipos, ordenadores y discos duros que contenían «información sensible».

Vanguardia declara que por apostar a cambios en la democracia de Ecuador, ha visto como desde el poder se utilizan las instituciones para la persecución política.

Un hecho como esto demuestra la debilidad de la democracia en Ecuador y el abuso de poder. Es evidente, que este embargo es hacia la libertad de expresión y prensa, siguiendo de cerca la receta chavista.

Así como hoy se están cerrando los medios de comunicación críticos, es esperable que en un futuro se restrinja el acceso a las redes sociales y a internet como está ocurriendo en Venezuela. Es evidente que la prensa independiente y crítica está desarrollando su trabajo bajo constantes amenazas del oficialismo, bajo el supuesto de que mienten e intoxican la mente de los ciudadanos. Coincidiendo entonces, ambos mandatarios que «la prensa» se ha convertido en el mayor enemigo con el que se ha topado la instauración del modelo socialista que han propuesto en sus países.