Brasil: El gigante Latinoamericano podría ser la quinta economía del mundo para el 2014

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Brasil se está instalando en la escena mundial con mucha fuerza. Será la sede para los juegos olímpicos del año 2016, además recibirá al mundial de football el 2014, y por si fuera poco está creciendo tanto como China.

Se ha dicho que Brasil es el «país del futuro», pero pareciera que se transforma en la nación del ahora. Es un país con mucho potencial, posee la mayor reserva de agua, la selva tropical más grande, tierras fértiles y una gran riqueza mineral y en hidrocarburos. Se estima que para el 2014 podría transformarse en la quinta economía mundial y para el 2025, Sao Paulo sería la ciudad más rica del mundo, según la consultora PwC.

Este gigante latinoamericano se está posicionando en el contexto mundial de una muy buena manera. Ya tiene un importante rol dentro del G-20, está impulsando junto al Presidente francés Nicolás Sarkozy la creación de la Organización Mundial del Medio Ambiente y, se estima que el PIB del tercer trimestre crecerá un 9%.

El despegue de Brasil ha sido sorprendente, en un momento en que las economías mundiales entraban en recesión, la inversión extranjera directa aumentó un 30% el año pasado, incluso cuando los flujos mundiales de dicha inversión caían un 14%.

Estos buenos resultados no se deben exclusivamente a las políticas impulsadas por su Presidente, sino que más bien tienen que ver con las reformas impulsadas durante el gobierno de Henrique Cardoso, las cuales han sido mantenidas y continuadas durante el gobierno deLula.

En 1994 fue el año en que la situación de Brasil comenzó a cambiar. Se introdujo una nueva moneda: el real, y para 1999 ya se había controlado la inflación. Lo que se ha logrado durante el actual Gobierno, es reducir la tasa de interés y comenzar a inyectarle dinero a la economía. Ya antes Brasil había sido democrático, había tenido inflación baja y había tenido crecimiento económico, sin embargo, los positivo es que estos tres factores se están dando juntos esta vez.

En este sentido, el despegue de Brasil no ha sido repentino, más bien es algo constante que comenzó en los años noventa cuando se creó el real y se comenzó a controlar la inflación. Finalmente la economía se abrió al libre comercio y se privatizaron muchas industrias estatales. Todo ello sumado al buen manejo político que ha tenido Lula y a la diplomacia brasilera, que lo han llevado a potenciarse a nivel internacional.

Sin embargo, llama la atención el tibio papel que ha desempeñado en la región. Se vio envuelto en la crisis de Honduras, Chávez no aceptó su mediación en el conflicto con Colombia, y en los demás problemas como el supuesto caso de espionaje de Chile a Perú tampoco se ha hecho escuchar. Pareciera que su importante papel mundial, no se traduce en un rol relevante en la región. Brasil es parte substancial del MERCOSUR, además participa del UNASUR, lo que haría pensar que su participación en la región sería marcada con un fuerte liderazgo, pero pareciera que esto no se ha logrado aún.

A nivel local, su desempeño le ha significado un alto grado de popularidad subió en noviembre al 78,9% con respecto al 76,8% de septiembre, según un sondeo del Instituto Sensus. Es así como pese a la desconfianza generada en un primer momento debido a su tendencia izquierdista, Lula mantuvo la línea de las reformas que se estaban desarrollando y moderando su inclinación política ha logrado llevar al país por un camino exitoso, fortaleciendo las instituciones y reafirmando la democracia. Ciertamente, Chávez ha escogido el camino contrario.