El presidente de Uruguay, José Mujica, ha propuesto la creación de un “nuevo criterio jurídico” para la admisión de Venezuela como miembro pleno en MERCOSUR, lo que ha sido criticado principalmente por la oposición paraguaya por atentar contra las disposiciones originales del tratado firmado para la creación del organismo. Esto, en el marco de la XLII Cumbre de la organización celebrada recientemente en Montevideo.

MERCOSUR, es un organismo creado en 1991, tras la firma del Tratado de Asunción entre Argentina, Paraguay, Brasil y Uruguay, que busca generar la libre circulación de bienes, servicios y factores productivos entre países, el establecimiento de un arancel externo común y la adopción de una política comercial común, la coordinación de políticas macroeconómicas y sectoriales entre los Estados partes y la armonización de las legislaciones para lograr el fortalecimiento del proceso de integración[1]. Tiene como Estados asociados a Chile, Perú, Colombia, Ecuador, Bolivia y a México como observador.

La admisión de Venezuela como miembro pleno al Mercado Común del Sur (MERCOSUR) fue aprobada el 2006 por todos los países miembros bajo el Protocolo de Adhesión de la República Bolivariana de Venezuela, pero sólo ha sido ratificada por Argentina, Brasil y Uruguay lo que le impide transformarse en estado miembro. Venezuela tiene status de estado asociado, al igual que los mencionados anteriormente.

Un proceso que ya lleva cinco años y que, tras superar diversos escollos, sólo depende de un pequeño pero aparentemente insalvable obstáculo: la aprobación del Senado paraguayo.

El Senado paraguayo, de mayoría opositora al izquierdista Fernando Lugo, no ha ratificado la incorporación de Venezuela y, más aún, ha reafirmado su rechazo a la iniciativa propuesta por el presidente de Uruguay, José Mujica, de crear un nuevo marco jurídico para el ingreso del país comandado por Hugo Chávez. Esto se debe principalmente a las dudas, del Partido Colorado, sobre la existencia de una democracia plena en Venezuela.

Lugo se enfrentaría a un proceso de posible destitución (recurso constitucional de juicio político) si apoyase la iniciativa de Mujica de la cual ni siquiera se conoce algún contenido jurídico o disposición. Mientras tanto, no se hará efectivo el ingreso sin la aprobación de Paraguay.

La razón para no ratificar no radica necesariamente en una decisión ideológica de la oposición paraguaya, sino que los Estados miembros deben atenerse a las disposiciones del tratado original y para ningún país deben ser modificadas o adaptadas por motivos políticos o presiones de otros presidentes. No obstante, el caso quedó en manos de una comisión que consideraría un estudio sobre la utilidad del ingreso venezolano a la permanencia. Rafael Correa, presidente de Ecuador, también pretende realizar una petición formal para aspirar a la membrecía plena del MERCOSUR.

La admisión de Venezuela, avalada plenamente por Brasil, Uruguay y Argentina a pesar de no cumplir con las medidas presentes en el Tratado de Asunción, corresponden a una vulneración del Estado de Derecho y la democracia plasmada en la institucionalidad del organismo, lo que lamentablemente se ha instaurado como una práctica habitual en algunos países de la región.