Venezuela: Venezuela se asemeja al desplome de la URSS

Hace 23 años, en diciembre de 1991, la URSS se desplomaba en medio de una crisis similar a la de la Venezuela actual. El modelo socialista, impuesto por Nicolás Maduro, atenta contra la economía nacional. El viraje del timón no se da pese a promesas. En los meses previos al derrumbe del gigante europeo afloraban síntomas similares

 

Una madre desesperada, una prima, un amigo, el novio, piden ayudan por Twitter. Necesitan un medicamento contra el cáncer de sangre, no lo consiguen. El llamado de auxilio se viraliza y la angustia se convierte en solidaridad, en una plegaria colectiva para hallar un respiro a través de la red. La medicina se pasea con traje de cientos de retuit por media Venezuela.

El papá, la mamá, la tía, hacen cola en una cadena de supermercados de Maracaibo para registrarse en el sistema de la captahuellas. No encuentran leche completa para los cuatro niños de la casa. Tampoco pollo, champú, enjuague, afeitadoras, toallas sanitarias, mayonesa, harina de maíz ni azúcar. Invierten media hora en el registro y luego del plantón salen del local, hora y media después, sin la mayoría de los productos.

El taxista queda desempleado. Al carro se le dañó un sensor, dos bobinas, el electro y ya los cauchos ni la batería dan para más. Los repuestos los consigue de segunda mano a precio de nuevos y sin garantía. Con los neumáticos no tiene cómo maniobrar. Solo para comprárselos nuevos necesita 14 mil bolívares. Con la batería, la historia es parecida. Abundan en el mercado negro, en la maraña que nos volvimos como cultura. La otra opción es pernoctar tres días frente a una tienda autorizada para hallarla a precio decente.

Comienzan las clases y la madre y el padre se persignan con más miedo que devoción. Ganan entre ambos poco más de nueve mil bolívares al mes y para uniformar y surtir de útiles a sus dos niños necesitan, cuando menos, 15 mil bolívares. Fueron a cuanta feria escolar abrieron los progobierno, buscaron libros usados por los primos y remendaron también faldas y pantalones. La preocupación les serrucha las ansias. Se endeudaron y no saben cómo pagar lo que no pueden.

Los cuatro escenarios, y otros similares, los protagonizan, a diario, en la actual coyuntura sociopolítica, cientos de miles de familias en Venezuela. El salario real se disuelve frente al alto costo de la vida, esa espiral que le quita la tela a los bolsillos y quema de desesperación la mirada en la nevera. Son signos de una nación en emergencia. De un modelo que se precipita del cielo a la tierra a tres mil 600 kilómetros por hora por decisión propia. Cual kamikaze ebrio.

En Internet, en un artículo de la página Prodavinci, llamado Los últimos días de la Unión Republicana Socialista Soviética (URSS), destacan las imágenes fotográficas del Daily Mail del antiguo gigante europeo antes del colapso de su modelo político y económico. Las gráficas datan de la víspera de diciembre de 1991, cuando la crisis atomizó el bloque. Son registros en los que Venezuela se proyecta.

En las fotos se reflejan las largas colas para obtener alimentos, la conflictividad política, el aumento del costo de la vida, la escasez de varios productos y el alza de la pobreza en general. Mijaíl Gorbachov, líder del monstruo era sitiado por radicales para robustecer la estructura política de la URSS. Los conservadores presionaban para disolverla. Luego vino el intento de golpe de Estado que terminó, pese a su fallido objetivo, por acabar con el piso comunista. 23 años después, las imágenes asustan.

 

 

 

Publicada originalmente en La Verdad (Venezuela), el 15 de septiembre de 2014