Bolivia: Primera Derrota Electoral de Morales en Inéditas Elecciones

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Por primera vez en la historia de Bolivia, e incluso de Latinoamérica, se realizaron elecciones judiciales para elegir 28 altos cargos del Sistema Judicial del país. La jornada concluyó perjudicialmente para el gobierno del MAS.

Dos meses de desgaste político tras el conflicto por la construcción de una carretera en el parque nacional TIPNIS, ha significado la caída de Evo Morales a una aprobación del 37%. En este contexto se realizaron los primeros comicios judiciales de la historia de Bolivia, reforma inmersa en la nueva Constitución del 2009, mediante sufragio popular directo, con el fin de “profundizar la democracia”.

5,2 millones de bolivianos ciudadanos, aproximadamente la mitad del país, debieron  acudir a votar el pasado domingo 16 de octubre a unas elecciones que serían, a los ojos de Morales un éxito democrático para el país y para el gobierno del MAS. En ella se eligieron entre 115 candidatos, 28 miembros de los cuatro entes nacionales de justicia y principales cargos del Poder Judicial boliviano; nueve del Tribunal Supremo Electoral de Justicia (TSJ), siete del Tribunal Constitucional (TC), siete del Tribunal Agroambiental (TA) y cinco de Consejo de la Magistratura (CM), además de otros jueces suplentes.

El mandatario ha declarado que, además de constituir parte fundamental de su plan “refundador” del país, plasmado en la Constitución promulgada por él el 2009, esta era una buena oportunidad de solucionar la ineficiencia y la corrupción del sistema judicial del país. Sin embargo, sus pretensiones se tornaron en su contra debido a la mala experiencia derivada de éstos comicios.

En primer lugar, la oposición de izquierda y derecha, realizó una intensa campaña que llamaba a los ciudadanos a votar nulo, con el fin de dar un voto de castigo al gobierno, convirtiendo la jornada en un verdadero plebiscito a la gestión del oficialismo. Esto principalmente por dos razones: el conflicto indígena y la poca transparencia de estas elecciones. A lo largo de la marcha indígena pacífica en contra de la construcción de la carretera en el TIPNIS, se perpetraron una serie de hechos represivos que despertaron el repudio de gran parte de la población y por lo que Morales fue perdiendo su principal base de apoyo, los pueblos originarios.

Junto a esto, hubo múltiples denuncias de posibles irregularidades en la concepción y aplicación de estos comicios judiciales en parte porque la preselección de candidatos fue gestionada al interior del gobierno. De 600 postulantes originales, la Asamblea, que pertenece en 2/3 al oficialismo, nominó a 115 para ser dirimidos en las urnas, y afirman que descalificó a importantes aspirantes contrarios a Morales, lo que ya da índices de un proceso poco independiente. Por otro lado, se constó con apenas 60 observadores lo que asignaba a cada uno un total de 400 mesas, y no se permitió la presencia de representantes de partidos u organizaciones políticas. Por su parte, Evo Morales, quizás prediciendo los desfavorables resultados, incurrió en actos catalogados de proselitismo como la entrega de un bono a los trabajadores públicos de 1.000 bolivianos (US$144,509).

Es decir, el desinterés generalizado, de la mano con la obligación de ir a votar, junto con la campaña realizada por la oposición a votar nulo, han arrojado los siguientes resultados extra oficiales[1]: entre un 45% y un 55% de votos nulos, y un 20% de votos blancos. Estos se desglosan de la siguiente forma:

Circunscripción Nacional

-       Tribunal Constitucional: 51,4% de votos nulos, 11,7% de blancos y 36,9% válidos.

-       Consejo de la Magistratura: 49,9% nulos, 13,3% blancos y 36,8% válidos.

-       Tribunal Agroambiental: 49,2% nulos, 11% blancos y 39,8% válidos.

Circunscripción Departamental

-       El TSJ presenta la misma tendencia.

Probablemente la explicación certera para la no realización de este tipo de elecciones, es la complejidad técnica que conllevan. En este caso los candidatos nunca fueron reconocidos ampliamente por la población pues estuvo prohibida la campaña y, al momento de sufragar, los votantes se encontraron con una papeleta de 86,5cmx46cm, atestada de fotos y nombres desconocidos. Sólo un fallido intento de los medios por entrevistar a los aspirantes que resultó ser un show con pocas propuestas poco atractivas para la población.

Evo Morales debe aprender de las lecciones y resolver sus problemas como su cargo lo amerita, sin caer una vez más, como también sucedió en esta ocasión, en culpar a otros por complotar contra su persona. Por otro lado, si bien la oposición se siente victoriosa tras los resultados, hay que tener en cuenta que gobiernos poco democráticos con populismos claros y la perpetuación en el poder de estos, también se debe a la debilidad y a veces inexistencia de una oposición capaz de generar un proyecto común.

 

 


[1] Los resultados oficiales se darán a conocer el 29 de octubre.