El Tribunal Supremo Electoral (TSE) altiplánico confirmó el triunfo del «No» en el referéndum del domingo 21 de febrero, por lo que el presidente Evo Morales no podrá presentarse a una cuarta reelección consecutiva en 2019.

La opción del «No» reunió un 51,31 por ciento de los votos contra el 48,69 del «Sí», dio a conocer el reporte oficial divulgado en la ciudad de Sucre por miembros del tribunal electoral.

De este modo, la ciudadanía se pronunció en contra de llevar adelante una reforma constitucional que hubiese habilitado al mandatario a presentarse como candidato para un nuevo período presidencial. Convirtiéndose en la primera derrota directa del mandatario en las urnas en la última década.

 

Pero ¿por qué un mandatario de origen indígena que hace más de una década aglutinó tanta favorabilidad ahora ve cómo la gente le dice que ya no lo quiere más en el poder?

Desgaste en el poder

En primer lugar, el desgaste tras un largo periodo en el poder acarrea varias situaciones como el aumento de la corrupción, un menor control fiscal y administrativo y la falta de políticas que impulsen sectores que están en problemas o necesitan correctivos.

La década de Evo en el poder ya parece representar problemas. “Cuando las gestiones pasan de dos períodos se vuelven opacas, es decir que impiden la fiscalización y el control social y es puerta abierta a la corrupción”, le dijo a la AFP el analista boliviano Carlos Cordero.

Corrupción

Así mismo, no son pocas las denuncias sobre tráfico de influencias y una falta de inversión social en algunas regiones que no habían sido irrigadas con las políticas del mandatario.

De acuerdo con analistas, lo que golpeó la imagen del presidente y al mismo tiempo la campaña por el sí fue el escándalo por corrupción en el Fondo Indígena –una institución destinada a crear proyectos de desarrollo para campesinos y sindicalistas– en el que están involucrados más de 200 personas, algunas integrantes del MAS y la acusación por tráfico de influencias hecha a Morales por supuestamente favorecer en la adjudicación de contratos a la firma china CAMC Engineering (Camce), dirigida por Gabriela Zapata, quien fue su pareja.

Quedarse en el poder

Al presidente Morales le han llovido críticas de varias partes por querer modificar las reglas para quedarse en el poder. De hecho, el expresidente de Bolivia Jorge Quiroga mencionó esta semana que la democracia en el país está mal “porque las instituciones están copadas por el Gobierno, porque la libertad de expresión está amenazada y porque la oposición está perseguida”.

Pero tal vez el principal motivo de la derrota del sí es que hay descontento por la marcha de la economía, pero a decir verdad, aunque el país ha registrado buenas tasas de crecimiento, Bolivia también se ha visto perjudicada por la caída del precio del petróleo, pues el país andino depende de cerca del 50 por ciento de sus ingresos de la exportación de gas, que también ha visto caer de precio.

Analistas estiman que así el referendo sea aprobado o no, el presidente buscaría una nueva reforma que le permita la reelección indefinida. “Se afirma la posibilidad de que si el presidente es reelecto va a acumular mayor cantidad de poder y que, como consecuencia, habría la posibilidad de que más adelante pueda volver a hacer una modificación a la constitución”, señala Zegada.

 

 

Con AFP, Efe, Reuters y El Tiempo.