El Mandatario de Estados Unidos, Barack Obama se apronta a participar de su primera gira como Jefe de Estado en la región, que comienza el sábado 19 en Brasil para pasar a Chile y El Salvador. Este viaje es calificado como una oportunidad para fortalecer la democracia y potenciar el desarrollo económico de la región.
En una charla con periodistas previa a esta gira, los embajadores de esos paÃses en Washington enumeraron algunos temas prioritarios que se tratarán en los encuentros, como la lucha contra el narcotráfico y el impulso de la enseñanza del inglés, al tiempo que han expresado su optimismo respecto al éxito del viaje.
La primera parada de esta esperada visita tendrá lugar en Brasil, los dÃas 19 y 20 de marzo, donde se reunirá con Dilma Roussef, quien asumió el poder hace sólo tres meses. Los asuntos económicos dominarán la agenda, no en vano ambos representan a la primera y a la novena economÃas del mundo. A su vez, Brasil también busca el apoyo estadounidense a una banca permanente en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
La visita a Santiago de Chile se realizará el 21 y 22 de marzo, donde el mandatario norteamericano se reunirá con Sebastián Piñera. En este paÃs se busca otro objetivo, Obama fijará su polÃtica hacia la región, propondrá actualizar la «Alianza para el Progreso», el histórico plan de cooperación presentado el 13 de marzo de 1961 por el entonces Presidente JK Kennedy.
Este anuncio coincide con los 50 años de su lanzamiento, plan que contemplaba una fuerte ayuda económica hacia América Latina con el objetivo de contrarrestar el avance del comunismo. En ésta ocasión, el objetivo serÃa  promover iniciativas para fortalecer las instituciones democráticas en la región.
Por su parte, la visita a El Salvador, se realizará entre el 22 y el 23 de marzo. Obama  será recibido porMauricio Funes, a quien se le reconoce haber frustrado los esfuerzos de su partido, el Frente Farabundo Martà para la Liberación Nacional, por alinear al paÃs con Venezuela. El paÃs centroamericano quiere explorar sus posibilidades en materia de energÃas renovables como parte de la lucha contra el cambio climático. Pero principalmente la visita se centrará en los problemas de inmigración, asà como del crimen organizado y el tráfico de drogas no como un asunto de Centroamérica sino como algo que también afecta a Colombia y a México.
Cada presidente nuevo de Estados Unidos trae renovadas expectativas de estrechar vÃnculos con la región, las que se han visto frustrados especialmente desde el ataque del 11 de septiembre de 2001. Lo cierto es que buscan recuperar terreno, especialmente frente a la influencia comercial que está ejerciendo China.
Aunque la gira de Obama probablemente producirá más simbolismos que logros, se espera que deje resultados en materia de energÃa, seguridad y educación. De ahà que la vista del mandatario norteamericano debe interpretarse no sólo como una señal de reconocimiento a los paÃses huéspedes, sino también de acercamiento a  Latinoamérica.