Paraguay: Nuevos atentados evidencian incapacidad del gobierno para frenar el EPP

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Fernando Lugo quien resultó electo el año 2008 encabezando una coalición de centro-izquierda, entre sus compromisos estaba enfrentar el Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), una organización revolucionaria marxista-leninista que ha operado y atemorizado al país durante años. Desde ahí su mandato se ha visto sometido a una enorme presión social para desmantelar la banda, pero también política, porque la oposición ha exigido resultados tras haber aprobado un mayor presupuesto en seguridad.

A pesar que la organización se ha debilitado, todavía representan una grave amenaza, dado el aumento de ataques explosivos en Paraguay atribuidos al EPP. Este grupo armado ha reaparecido con más violencia, atentando de manera criminal hacia pequeñas ciudades y la policía.

En enero de este año, registra ya un importante número de atentados con explosivos siendo el más reciente el de la ciudad de Horqueta, al norte de Asunción, teniendo características terroristas según el Ministerio del Interior.

Otro ataque importante registrado el mes pasado fue a la Comisaría, coincidiendo con el primer aniversario de la liberación del ganadero Fidel Zavala, que fue el último secuestrado por el EPP. Este atentado buscaba dañar las patrullas, la sede policial y agentes de la misma. Cuatro días antes, también detonó una explosión de dos bombas de fabricación casera cerca de un canal de televisión y en un parque de Asunción.

El gobierno no descarta la posibilidad de nuevos atentados, porque es un grupo armado conformado por personas altamente entrenadas en la fabricación de artefactos explosivos. Además están vinculados, aunque no de manera directa, con el narcotráfico ya que se ubican en la zona norte del país donde transita la cocaína desde los países productores como Colombia, Bolivia y Perú.

No obstante, el Ministro del Interior Rafael Filizzola es optimista y señala que la organización tras haber perdido a tres importantes líderes y con ello apoyo logístico, se ha debilitado. Además, de señalar que el gobierno está más preparado para enfrentarlos.

El problema de la seguridad no es un problema exclusivo de Paraguay, sino que también se da a nivel regional, debilitando las nuevas instituciones democráticas. A pesar de que Filizzola señale que el desmantelamiento de la organización «es una cuestión de tiempo», Paraguay está en peligro de convertirse en un estado fallido[1], de acuerdo a la evaluación de Foreing Policy[2]. Es así, que las medidas en materia de seguridad deberían convertirse en una prioridad para Lugo.


[1] Estado fallido es donde el Estado ha perdido el control efectivo sobre su territorio y no responde eficientemente a su función. «Fundación para el desarrollo» del Guatemala, 2009.

[2] De acuerdo al estudio de Foreing Policy respecto a los estados fallidos, Paraguay se ubica en el puesto número 106 advirtiendo sobre la peligrosidad de convertirse en uno de ellos.