Por Elaine Moore, Financial Times
Hace dos años, los angustiados inversionistas en deudas comenzaron a referirse a Argentina, Ucrania y Venezuela como la trinidad impÃa; se consideraba que los tres paÃses muy probablemente incumplirÃan sus pagos de deudas. Argentina y Ucrania sucumbieron el año pasado. Si los mercados tienen razón, Venezuela les seguirá muy pronto.
Se aceleró nuevamente el martes la desagradable liquidación de crédito vinculada al petróleo. A Venezuela — miembro fundador de la OPEP, cártel de los productores de petróleo, y un paÃs que depende del petróleo para el 95 por ciento de sus ingresos por exportaciones — la caÃda de los precios la está afectando muy seriamente.
Caracas puede estar intentando tranquilizar la situación refiriéndose a planes para pagar sus deudas, pero hay crecientes temores de que el gobierno, y la compañÃa petrolera estatal Petróleos de Venezuela, se están quedando sin dinero. Conforme la imprenta estatal continúa imprimiendo nuevos billetes, se espera que la inflación alcance un increÃble 720 por ciento este año.
Los inversionistas han estado comprando la deuda a corto plazo del paÃs, apostando a que los pagos continuarán durante los próximos meses. Después de eso, la conversación cambia a lo que se podrÃa recuperar en caso de impago y reestructuración de deuda.
Los bonos de referencia en dólares de Venezuela que vencen en 2027 tienen un rendimiento superior al 29 por ciento, y según Barclays se aproxima un «incidente crediticio» a menos que los precios del petróleo tengan una notable recuperación. Eso parece poco probable pues los precios del crudo Brent, de referencia internacional, vuelven a oscilar alrededor de los US$ 30 por barril esta semana.
Los decrecientes precios del petróleo implican que nuevamente existe demanda de bonos más seguros, mientras que los inversionistas en acciones se han detenido para ver si la Reserva Federal estadounidense está lo suficientemente preocupada acerca de la caÃda del mercado como para insinuar un retraso en el aumento de las tasas de interés cuando se reúna el miércoles.
Aunque nadie pronostica que el impago de Venezuela provocará un exabrupto en los mercados emergentes, la deuda problemática apunta hacia donde pueden surgir futuros problemas para la salud de la economÃa global si los inversionistas deciden que el petróleo es un activo que ha estado sobrevaluado durante demasiado tiempo.
Ya existen preocupaciones acerca de los prestatarios corporativos vinculados a los productos básicos abrumados por la deuda denominada en dólares. La situación en Venezuela debe animar a los inversionistas a pensar en los peligros de las deudas soberanas de los paÃses dependientes del petróleo.
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