Brasil: Marina Silva acusa a Dilma Rousseff de calumnias

La opositora Marina Silva, favorita en las elecciones presidenciales del próximo octubre en Brasil, acusó ayer a su principal contrincante, la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, de verter “calumnias” contra ella.

Silva afirmó en una rueda de prensa que el Partido de los Trabajadores está haciendo una “campaña desleal que afrenta la inteligencia de la población” basada en “difamaciones y calumnias” y para “destruir al adversario”.

La abanderada del Partido Socialista Brasileño dijo que Rousseff se sirve de los medios oficiales y de “ejércitos de propagadores” de mentiras y rumores para tratar de “desconstruir” la imagen de su campaña y de su persona.

También afirmó que la jefa de Estado ha proferido “ataques calumniosos directamente” contra ella, en alusión a un discurso realizado por Rousseff el sábado en el marco de un anuncio electoral televisado.

En esa propaganda, Rousseff afirmó que Silva, una reconocida ecologista, pretende reducir las inversiones en los yacimientos petroleros ubicados en la costa del Atlántico y por ello vaticinó graves problemas económicos si se produce una victoria electoral de la opositora.

“El mayor ejemplo de esto (mentiras) es Petrobras. En la campaña electoral, soy calumniada y acusada de estar contra este patrimonio de Brasil. Mientras se alardea esta mentira por todos los medios, Petrobras es destruida por el uso político, el apadrinamiento y la corrupción”, manifestó Silva.

Silva reiteró que pretende mantener las inversiones en el sector petrolero y usar esos ingresos en aumentar el gasto en la educación y la salud.

Rousseff se refirió ayer también a sus afirmaciones contra Silva, negó que fueran “agresiones” contra su rival y afirmó que su objetivo es promover un “debate cualificado”.

El jueves pasado, Silva dijo que siente que su condición de evangélica genera “prejuicios”.

Se quejó que la prensa insiste en cuestionarla sobre su posición personal sobre el aborto y el matrimonio homosexual, pero que no hacen eso con los católicos. Las encuestas le otorgan a la ecologista una intención de voto de cerca del 34%, casi idéntica al 35% que tendría la jefa de Estado.

 

 

Publicada originalmente en El Universo, el 8 de septiembre de 2014