Venezuela: Maduro impone su férreo control

Por Daniel Lozano

 

Objetivo cumplido. El guión previo escrito a cuatro manos por Nicolás Maduro y Diosdado Cabello se llevó a cabo sin sorpresas durante el III Congreso del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV). Tal y como se esperaba, el hijo de Chávez es el nuevo presidente del partido, los disidentes chavistas fueron acallados gracias al control férreo del aparato cívico-militar y, de postre, los opositores radicales le entregaron al dúo chavista la cabeza política de Ramón Guillermo Aveledo, secretario ejecutivo de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD).

El primer mandatario, golpeado duramente por la crisis económica, tenía mucho que celebrar y qué mejor manera que frente a la tumba de Hugo Chávez, también nombrado líder eterno por los compromisarios: «Hay que acelerar la revolución frente a las amenazas imperiales, no podemos aceptar ni amenazas ni sanciones del imperio estadounidense. Vamos a acelerar y radicalizar la revolución».

Washington ha anunciado la revocación de la visa de 24 funcionarios chavistas, acusados de acciones contra los derechos humanos durante las protestas políticas de este año. La administración de Obama no ha dado a conocer, de momento, sus nombres.

El bautizado como Compromiso del Cuartel de la Montaña pone de manifiesto que los delegados del PSUV, controlados desde el Palacio de Miraflores, no han hecho los deberes. O, como poco, no les han dejado hacerlos, pese a que Maduro apuesta públicamente por un Congreso que seguirá «vivo, activo, convocado y trabajando».

El proceso de reorganización se estira hasta el año que viene y se convoca para noviembre una conferencia económica «para definir el plan de transición hacia el socialismo productivo». Pero, sobre todo, Maduro abre un «debate nacional para subir el precio del combustible», un hueso muy duro de roer para la sociedad criolla. El famoso Caracazo de 1989, que provocó cientos de muertos, se prendió tras el paquetazo económico de Carlos Andrés Pérez, que contemplaba la subida de la gasolina y el consiguiente aumento de las tarifas en el transporte.

Washington revocará la visa a 24 funcionarios chavistas, acusados de acciones contra los derechos humanos

Un tema tabú para los venezolanos, que están convencidos de que la gasolina más barata del mundo, con precio congelado desde hace dos décadas, casi gratuita (0,02 dólares por litro), es un derecho por ser el país con mayores reservas de petróleo de todo el planeta. «Una botella de agua cuesta tres veces más que un tanque de 50 litros para un vehículo», enfatizó Maduro para sostener su propuesta.

Henrique Capriles, ex candidato presidencial de la MUD, fue uno de los primeros en reaccionar. Y lo hizo de forma muy crítica: «¿Debate? ¿O la decisión ya está tomada sin contar con nadie?».

El gobernador de Miranda insiste en que Venezuela regala 7.000 millones de dólares en petróleo a sus aliados, especialmente Cuba. «Sigue la fiesta y paga el pueblo venezolano. Se robaron 25.000 millones de dólares y quieren que el desastre lo pague el pueblo», pormenorizó el líder opositor, haciendo énfasis en el dinero desaparecido entre los maletines de empresas fantasma cercanas al poder.

El otro gran triunfador del cónclave chavista es Cabello, su organizador. El líder del ala militar de los bolivarianos fue confirmado como número 2 del partido y como martillo de los ortodoxos, molestos por el cese de Jorge Giordani, quien fuera gurú económico del comandante eterno. «Una de las conclusiones de este Congreso es que debemos garantizar que se acaben los grupos y que se consolide un solo grupo, que es el chavismo, que nos permitirá hacer patria y seguir construyendo la revolución», precisó, a modo de aviso para navegantes, el presidente de la Asamblea.

Todo bajo control, al menos en la superficie. «El plan de Maduro es silenciar toda protesta que pueda surgir con las medidas radicales que va a anunciar después del 15 de agosto», editorializó el diario Tal Cual, dirigido por el intelectual crítico Teodoro Petkoff.

La sombra de una gran devaluación del bolívar fuerte sigue asustando a un país que sufre la mayor inflación del planeta, largas colas provocadas por la escasez y desabastecimiento de alimentos y productos básicos, apagones eléctricos y constantes fallos de servicios básicos como la salud.

 

 

Publicado originalmente en El Mundo (España), el 01 de agosto de 2014.