Latinoamérica: Cientos de médicos cubanos escapan a Colombia y esperan obtener visa para EE.UU.

De acuerdo a datos oficiales de Migración Colombia, del Ministerio de Relaciones Exteriores, actualmente 117 cubanos que dejaron las misiones médicas en Venezuela están a la espera del Parole, el programa especial de visas de Estados Unidos profesionales médicos cubanos que logren salir de Venezuela, creado en 2006.

Y para poder llegar a postular a eso, primero deben llegar a Bogotá y no ser detenidos en el camino. Así, en los primeros meses de este año, 1.931 cubanos que estaban ilegalmente en Colombia fueron detenidos, muchos de los cuales podrían proceder de las misiones médicas en Venezuela.

Pero hay un gran grupo, cuyo número se desconoce, que ya superó los tres meses en Colombia y sigue viviendo en la capital colombiana con la esperanza de poder viajar a Estados Unidos.

Todos viven en la precariedad, hacinados y con el temor permanente a ser detenidos y deportados. “Deserté porque la situación (en Venezuela) era muy precaria, la alimentación era muy costosa y el salario no nos alcanzaba ni para aseo personal ni para comida”, dijo a la agencia EFE la fisioterapeuta Yusel Mantilla, quien llegó a Bogotá hace seis meses.

La mayoría de los médicos cubanos no tienen trabajo y están indocumentados tras entrar ilegalmente a Bogotá, explicó Mantilla, y para ninguno permanecer en Venezuela era una opción debido a que el sueldo era tan bajo que no les permitía acceder a lo mínimo. Incluso la madre de la fisioterapeuta le mandaba desde Cuba productos que en Venezuela escasean, como desodorante o toallas sanitarias.

Desde abril viven en un pequeño departamento del barrio de Patio Bonito, en Bogotá, 11 profesionales de la salud que desertaron desde Venezuela para de ahí partir a Estados Unidos. “Trajimos dinero para un par de meses pero ya llevamos cuatro… y no nos dan respuesta” de la embajada norteamericana, dijo al diario El Nuevo Herald Guillermo Alarcón, un dentista que está ahí con su esposa Claudia Martínez, también odontóloga.

Carlos Hernández, otro dentista, se unió a la misión médica “porque era una salida económica”, ya que podía ganar unos US$ 200 dólares mensuales. Sin embargo, estando en Venezuela, decidió pasarse a Colombia para de ahí ir a EE.UU., donde tiene familia. Hernández es de los pocos que recibe dinero de su familia aunque está en el mismo limbo legal que el resto, atado a una ciudad en la que no quiere permanecer, detalló EFE.

Ahora que están anclados en Bogotá, regresar a Cuba se hace muy difícil ya que -según Mantilla- “desde el momento en que abandona una misión, usted deja de ser profesional”, porque el régimen de la isla anula sus títulos profesionales.

Fuente: La Tercera