Estudio de POPULI: Asuntos Públicos Nº124
Introducción
La  gobernabilidad consiste en las tradiciones e instituciones bajo las cualesla autoridad en un paÃs es ejercitada. Esto incluye el proceso bajo el cual los gobiernos son elegidos, monitoreados y reemplazados; la capacidad del gobierno para efectivamente formular e implementar polÃticas públicas acertadas; y el respeto por parte de los gobierno a los ciudadanos y al estado de las instituciones que gobiernan la interrelación económica y social entre ellos.
El proyecto  Indicadores de Gobernabilidad,  financiado por el Banco Mundial, desde 1996 provee, a través de mediciones robustas en base a encuestas y estudios, instrumentos con los cuales es posible analizar el estado de la gobernabilidad alrededor del mundo. Este proyecto se enfoca en seis dimensiones: i) libre opinión y rendición de cuentas por parte de los gobiernos a la sociedad; ii) estabilidad polÃtica y ausencia de violencia; iii) efectividad del gobierno; iv) calidad de la regulación; v) estado de derecho; y vi) control de la corrupción. Se estiman indicadores y luego se elabora un ranking de las economÃas ubicándolas por percentiles, es decir, por cada dimensión las economÃas toman valores entre 0 y 100, donde un valor mayor significa mejor ubicación dentro del ranking1.
El objetivo del Centro de Estudios POPULI es que a través de esta publicación el público en general, y los hacedores de polÃticas públicas en particular, conozcan  cuales  algunos criterios que permitirÃan  analizar  de una manera quizás más efectiva la gobernabilidad en el paÃs, y luego qué acciones concretas se podrÃan  llevar a cabo para mejorar  en cada uno de estos aspectos.
1. Libre opinión y rendición de cuentas por parte del gobierno a la sociedad
Este indicador trata de capturar la percepción de los ciudadanos en el paÃs acerca de la capacidad que tienen para seleccionar a sus gobernantes, asàtambién si gozan de libertad de expresión, libertad para asociarse y libertad de  prensa.  Dado lo anterior, un paÃs deberÃa mostrar buenos resultados en este indicador si las elecciones de los gobernantes que se celebran en el mismo son democráticas y transparentes, asà también si la libertad de expresión no se encuentra amenazada por los gobernantes de turno o grupos de presión, y no existe temor por parte de los ciudadanos del paÃs a asociarse en grupos afines.
Para el año 2010 la estimación puntual para este indicador muestra que Bolivia se ubicaba en el percentil 47. Este valor tiende a ser relativamente bajo si se lo compara con la calificación que obtienen en promedio los  paÃses  considerados desarrollados  que componen la Organización para la  Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE). Asàtambién, muestra ser bajo si se lo compara con el promedio obtenido por los paÃses de Europa del Este, Este de Asia e inclusive nuestros vecinos en América Latina (Gráfico 1). Asà entonces, en Bolivia la situación de la libre opinión y la rendición de cuentas por parte de los gobernantes a la sociedad es preocupante y evidencia un rezago considerable respecto de otras economÃas.
Un análisis que se podrÃa obtener de lo anterior es que en Bolivia existe y ha existido poca voluntad de parte de los gobernantes para emprender acciones concretas que busquen mejorar la percepción ciudadana acerca del estado del proceso de rendición de cuentas. Un efecto de esto, según Argandoña (2007)2,  es que en este tipo de paÃses  la percepción de la corrupción tiende a ser también  elevada. De hecho, según Transparencia Internacional en su ranking de paÃses más transparentes, Bolivia ocupa el puesto 118 de 183, lo que significa que es uno de los paÃses en donde la corrupción es un problema latente y preocupante.
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Fuente: PolÃticas Públicas para la Libertad, POPULI: Asuntos Públicos Nº124, enero de 2012.