Nicaragua: Un año difícil y turbulento

Por:

Editorial

En:

La Prensa

País:

Columnas

Fecha:

31 de diciembre de 2016
Editorial La Prensa

 

La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) calificó al 2016 como un año “extraordinario y turbulento”, en el ámbito de la libertad de prensa en el hemisferio occidental.

En un mensaje con motivo de fin de año, el presidente de la SIP, Matt Sanders, periodista estadounidense, expresa que este año ha sido de intensos esfuerzos para proteger la libertad de prensa, pero también para enfrentar los grandes y complejos desafíos de la transformación digital de la industria de la información. Algo que en Nicaragua el Diario LA PRENSA ha hecho de manera dinámica y persistente.

Además de deplorar que 24 periodistas de las Américas murieron violentamente este año, en el ejercicio de su función profesional, el presidente de la SIP subrayó los esfuerzos que se han hecho para que los gobiernos respeten el derecho de Acceso a la Información Pública, que es vital para la vigencia de la libertad de prensa y la rendición de cuentas de los gobernantes.

En Nicaragua existe desde el año 2007 una Ley de Acceso a la Información Pública, pero el régimen orteguista no la cumple. A los periodistas independientes se les impide la cobertura de toda actividad gubernamental, inclusive las que se realizan a cielo abierto. Y aunque en Nicaragua no hay una censura de prensa directa, mediante presiones de distinta clase el Gobierno censura indirectamente e impone la autocensura.

La Ley de Acceso a la Información Pública establece que todas las instituciones y organismos del Estado deben tener sitios web informativos de libre acceso a todas las personas que necesiten y quieran informarse sobre los asuntos de interés social y general. Pero salvo alguna rara excepción, ningún organismo gubernamental cumple esa obligación determinada por la Ley.

Está fuera de toda discusión que la libertad de información es primordial en la estructura de la institucionalidad democrática que necesita la sociedad para prosperar de manera sostenida y con dignidad. Milton Friedman, quien fuera economista principal de la famosa Escuela de Chicago y mereció el Premio Nobel de Economía en 1976, advirtió que “una sociedad que priorice la igualdad por sobre la libertad no obtendrá ninguna de las dos cosas”; y que en cambio, “una sociedad que priorice la libertad por sobre la igualdad obtendrá un alto grado de ambos”. Parafraseando a Friedman, podemos asegurar que una sociedad que prioriza el crecimiento de la economía sobre las libertades políticas, a fin de cuentas no logra ninguna de ellas. Pero si adecua el crecimiento económico a la libertad y la democracia, sin duda que conseguirá óptimos resultados.

La libertad de información es el pedestal del conjunto de libertades y garantías que sustentan la institucionalidad democrática. Como dijera el doctor Pedro Joaquín Chamorro Cardenal, cuando recibió el Premio de la Libertad de Prensa otorgado por la Asociación de Periodistas de Guatemala, en 1975: “Sin libertad de prensa no hay libertad de conciencia. Sin libertad de prensa no hay libertad de pensamiento. Sin libertad de prensa está disminuido incluso el derecho a la vida. Sin libertad de prensa no hay libertad”.

 

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Publicada originalmente en La Prensa (Nicaragua), el 30 de diciembre de 2016