Chile: Municipales 2012: Análisis y prospectiva

Por:

Jorge Ramirez

En:

El Pulso

País:

Chile

Fecha:

29 de octubre de 2012

Dilucidar con claridad quién triunfó en una elección nunca ha sido fácil. La sensación de una gran victoria concertacionista –sobre la base de los logros de Santiago y Providencia– o la de una supuesta debacle oficialista deben ser matizadas.

En efecto, son muchas las métricas susceptibles de ser empleadas para inferir resultados. Por ejemplo, la Alianza obtuvo 37,5% en la elección de alcaldes (con una disminución de 3% respecto de 2008), versus un 43,1% de la Concertación (que crece desde un 39%, principalmente sobre la base de sumar la votación de 2008 del Partido Comunista y poco más); en la elección de concejales la Alianza obtiene 33,1% (disminuye en 3%) versus 49,5% para la Concertación más el PC (votación que básicamente refleja sumar la propia con la votación obtenida por el PC en la elección de 2008). Sin embargo, hay otras métricas simbólicas: de las 10 comunas más grandes en población (Maipú, Puente Alto, Viña del Mar, La Florida, Antofagasta, Santiago, Valparaíso, Las Condes, Temuco y San Bernardo); la Coalición oficialista gana 8.

Una vez aclarado lo anterior es que surgen los análisis de los escenarios prospectivos. Un aspecto por destacar es la unidad programática de la Alianza respecto a la Concertación. La decisión del bloque opositor de ir en dos listas de concejales no sólo opera en clave instrumental, sino que también opera en clave programática. La “Concertación Democrática” y el “Pacto por un Chile Justo” discrepan en materias sustantivas en diversas áreas de política pública. Para esto, sólo basta revisar el intercambio de declaraciones durante los últimos meses entre líderes de un bloque y otro. Si queremos problematizar la cuestión, surge una pregunta obvia: ¿por cuál de dichos proyectos se inclina Bachelet? Peor aún, un sobre exitismo electoral podría incluso inclinar a los jerarcas concertacionistas a esconder bajo la alfombra las diferencias e incluso desechar la necesidad de primarias presidenciales. De ser así, nada habría aprendido la Concertación de la derrota presidencial de enero de 2010.

Por último, es preciso señalar que las dos principales coaliciones cuentan con un capital electoral relevante, lo que las hace a ambas igualmente competitivas de cara a la elección presidencial de 2013.



Publicada originalmente en El Pulso, el 29 de octubre de 2012