Los problemas de «transparencia», que es un eufemismo para no decir directamente de CORRUPCIÓN, se solucionan de manera instantánea con MERCADOS LIBRES.
Si no existieran las llamadas «leyes de promoción de inversiones» (ergo, «privi» – «legios»= «leyes privadas»), es decir, que sea una autoridad burocrática o polÃtica la que tenga el poder para otorgar beneficios a una empresa o persona en particular, tampoco existirÃa la posibilidad de corrupción. Porque…. si no tengo que pedir ningún «permiso» para emprender una actividad cualquiera, ni andar en “conversaciones†con una “autoridad  ¿cómo podrÃa tratar de corromper a alguien? ¿Qué sentido tendrÃa?
Por si todo esto fuera poco, los mercados libres son el fundamento de las democracias de calidad. ¿Por qué? Por la sencilla razón que se basan en LA IGUALDAD ANTE LA LEY. En un mercado libre, todos somos iguales, en el mejor sentido de esa palabra. El obrero al comprar algo, es exactamente igual que el empresario millonario. Nadie e s más que nadie.
Es por esa razón que los MERCADOS LIBRES, no sólo contribuyen a la prosperidad general sino también, a fortalecer a las democracias.
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*Hana Fischer es escritora, ensayista y analista polÃtica uruguaya.