Bolivia: Marchas y contramarchas

Por:

Oscar Ortiz Antelo

En:

El Deber

País:

Bolivia

Fecha:

29 de mayo de 2013

El país va saliendo de un fuerte conflicto entre la COB y el Gobierno del presidente Morales, con la participación militante en las protestas del Magisterio y de los mineros, y la incorporación posterior de policías y universidades públicas. Después de mucho tiempo, las principales carreteras de Bolivia fueron bloqueadas por un sector social, utilizando las mismas técnicas con las cuales los gobernantes actuales cercaron a anteriores Gobiernos. Si bien el MAS va superando esta crisis, progresivamente se va acercando a los límites del populismo y se distancia de una parte importante de quienes constituyeron la base social por la que el MAS llegó al poder.

Paradójicamente, las protestas se iniciaron apenas pasó el 1o de mayo. A falta de las acostumbradas nacionalizaciones de la fecha, el Gobierno anunció la expulsión de Usaid, lo cual muestra que este tipo de medidas tiene un impacto cada vez menor en la opinión pública, que paulatinamente va dejando a un lado los aspectos simbólicos y priorizando la búsqueda de soluciones a los problemas de la economía familiar.

El motivo de las protestas –reivindicar niveles superiores de rentas para los jubilados– llevó a sus autoridades a la posición más contradictoria para un populista: decir ‘no’, dar explicaciones llenas de cifras sobre la imposibilidad del Estado para atender esas demandas y esgrimir los mismos argumentos que los que hubiera expuesto cualquier ministro de Hacienda de los vilipendiados Gobiernos neoliberales. La economía vuelve a ser un problema, casi desconocido durante los últimos años. El gasto público se multiplica frente a unos ingresos frenados por la progresiva disminución de los precios internacionales de hidrocarburos, soya y minerales.

El Gobierno se defendió convocando a contramarchas a sus sectores más duros, especialmente a los cocaleros de Chapare, en un peligroso e irresponsable intento de contrarrestar las protestas confrontando a los trabajadores urbanos con sectores campesinos. Esta es una falsa demostración de fuerza; los sectores urbanos son mayoritarios en Bolivia y utilizar a los cocaleros para amedrentarlos se terminará volviendo en contra del MAS. Quién no se queda con la sensación de que esta película ya la vivimos antes.

 

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Twitter: @OscarOrtizA
Artículo originalmente publicado en El Deber, el 27 de mayo de 2013