La crisis económica se ha convertido en la principal preocupación de los bolivianos. La gente, tanto en el campo como en las ciudades, vive y sufre con angustia el retorno de la inflación que devora los ingresos de las familias, cuyos ingresos han perdido sustancialmente su capacidad adquisitiva.
Mientras tanto, el Gobierno del MAS se dedica a hacer polÃtica. Se dedica a enjuiciar a las personas que piensan distinto al MAS o a buscar temas que le permitan distraer a la opinión pública de los problemas no resueltos de nuestras sociedad, como por ejemplo hoy utiliza al tema marÃtimo. Escándalos, juicios y mucha propaganda, es la respuesta del MAS a la crisis económica y a los problemas que causan la corrupción y el narcotráfico. Una falsa realidad donde la economÃa va mal y la polÃtica pretende no darse por enterada.
Todo ello, configura un cÃrculo vicioso de deterioro general: la economÃa va mal; se cae por ello la popularidad del MAS; el MAS responde dedicándose a la polÃtica de modo irresponsable; esto empeora aún más la economÃa y el empeoramiento de la economÃa, profundiza o agrava el problema de popularidad del MAS. ante lo cual, el MAS vuelve a entramparse en el cÃrculo vicioso: responde dedicándose a la polÃtica, creando escándalos polÃticos, dejando de lado la economÃa, intentando meter preso a quien se atreva a criticarlo y empeorando de este modo la crisis económica.
Ha llegado el momento de que el gobierno se tome en serio al paÃs. Ha llegado el tiempo de que haga justo lo contrario a lo que ha venido haciendo. Ha llegado el tiempo de dedicarse a la economÃa y de respetar la libertad.
Eso es lo que necesita Bolivia. Un gobierno serio que sepa de economÃa y que impulse un sistema polÃtico basado en la libertad y respaldado por el Estado de Derecho. Necesitamos trabajar una nueva visión de futuro para el paÃs, basada en la necesidad de encontrar soluciones económicas a la crisis que sufren las familias bolivianas, y en la necesidad de impulsar un sistema polÃtico auténticamente democrático, donde la libertad sea el centro de la vida pública y la ley, los fiscales y los jueces sean la garantÃa de esa libertad y no los verdugos polÃticos de la misma.
Con estas dos premisas, economÃa y libertad, será posible avanzar en la construcción de una sociedad próspera, una sociedad desarrollada, una sociedad donde todos los ciudadanos, hubieran nacido donde hubieran nacido y sean de la clase social que sean, tengan un empleo digno y oportunidades económicas de progresar en la vida.
Esa es la agenda del progreso y de la libertad. Exportar, producir, impulsar la iniciativa privada y productiva. Solo generando riqueza y distribuyéndola mediante la creación de oportunidades de movilidad social, se puede producir bienestar para toda la sociedad.  Es el camino hacia la prosperidad que debe ser la causa que debemos abrazar para que también Bolivia se suba al tren del desarrollo que han tomado la mayor parte de nuestros hermanos latinoamericanos.
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*Ex presidente del Senado Nacional de Bolivia. Twitter: @OscarOrtizA
Fuente: El Deber (Bolivia), 06 de abril de 2011