Un nuevo quinquenio se inició el pasado 1 de julio, cuando Juan Carlos Varela tomó posesión del Ejecutivo. Hay mucha expectativa, especialmente por las promesas que hizo durante la campaña. Sin embargo, una propuesta que no había sido publicada salió a la luz el mismo martes, cuando el Presidente visitó Colón. “Implementar de una vez por todas Colón Puerto Libre en las 16 calles de esta ciudad”, fueron sus palabras. Esta medida, si se implementa, traerá enormes beneficios a los panameños, en especial, a los colonenses.

A través de los años, ha habido muchos casos de éxito de ciudades que implementaron regímenes de zona libre, de áreas económicas especiales o regiones de administración especial, donde se fomenta el libre mercado y el estado de derecho, logrando así que la calidad de vida de todos los habitantes mejore de forma significa. El mejor ejemplo de esto es Hong Kong que pasó de tener un ingreso promedio per cápita similar al de un país africano, pero luego superó al del Reino Unido. En 1996, ese ingreso ya era 137% más alto que el de dicho país. Adicional a esto, Hong Kong está entre los países con el mejor sistema educativo en el mundo, consiguiendo el tercer lugar en matemáticas, y el segundo en ciencias y lectura, en el ranking PISA publicado en el 2013.

Otro gran ejemplo es el de Macau, una ciudad-Estado que liberalizó su economía y rompió un monopolio en el sector de juegos. Todo esto ha hecho que su ingreso promedio per cápita sea superior al de Suiza, que tenga la segunda expectativa de vida más alta en el mundo, y un índice de desarrollo humano que es considerado “muy alto”, entre otros.

Ambos países están en el Top 30 del índice de Libertad Económica del Heritage Foundation. Lo que se traduce en mejor calidad de vida, cuidado del ambiente, acceso a alimentos de calidad, y más. Solo esto no llena de optimismo y hace que aboguemos para que Colón se convierta en un puerto libre y alcance el potencial que tiene.

De implementarse la idea, veríamos cambios substanciales en la ciudad. Por ejemplo, se beneficiaría por una disminución en el costo de la vida, debido a las bajas tasas impositivas que tiene la Zona Libre de Colón en la actualidad. Algo que atraería inversión a la ciudad, generando cientos o miles de empleos, que mejorarían aún más la calidad de vida de los habitantes. Iría acompañado también de una mejora en el estado de derecho, ya que los títulos o derechos de propiedad se aplicarían al pie de la letra. Todo lo anterior se traduciría en calles limpias y casas o edificios bien conservados, pues los propietarios tendrán el incentivo de darle mantenimiento, en virtud de que habrá una gran demanda de estas.

Los colonenses también verían cómo mejora el sistema de transporte porque la Zona Libre tiene la potestad de manejar a lo interno esos servicios, algo que se podría usar para estimular la competencia entre los proveedores de transporte privado. De funcionar, sería un experimento a tomar en cuenta para la ciudad capital.

En fin, las posibilidades son ilimitadas ya que el emprendimiento estaría tomando las riendas de esta ciudad. Cuando la iniciativa privada se deja florecer, todos nos beneficiamos, tal como lo ha demostrado la historia.

Los tiempos muestran que se deben hacer cambios en ciudades como Colón Puerto Libre. El año pasado, Cuba anunció la instauración de zonas libres para reactivar su economía. Nicaragua dijo que, de concretarse el canal interoceánico, también crearía áreas francas. En Honduras, las zonas de empleo y desarrollo económico son ya una realidad legal, y solo falta iniciar su construcción. En El Salvador, al ver esto, se decidió analizar la propuesta y ver cómo aplicarla en ese país. Nosotros no nos podemos quedar atrás. Si el Presidente quiere poner al “pueblo primero”, debería seguir el consejo que le dio el expresidente estadounidense Ronald Reagan al líder de la URSS: “Tear down this wall” (Raja este muro) permitiendo que todo Colón se desarrolle.

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Publicado originalmente en Fundación Libertad de Panamá, el 7 de julio de 2014