Chile: Alan y Evo, máxima tensión

Por:

Hernán F. Errázuriz

En:

Latinoamérica Libre

País:

Chile

Fecha:

20 de junio de 2009

La enemistad entre Perú y Bolivia sigue escalando. Evo Morales calificó de «genocida» a Alan García. Replicó el canciller peruano declarando a Morales «enemigo del Perú» y retiró a su embajador en La Paz.

Algunos se alegran de la pelea. Miopía. Sus inestabilidades trascienden las fronteras. Pueden llegar al menos a Arica, que cuidamos poco y que ambos quisieran tener en su jurisdicción. Vamos en el enésimo plan de recuperación económica de Arica, que sigue despoblándose y empobreciéndose. Para ella son vitales el intercambio y la estabilidad vecinal, principalmente del Perú. Hasta el ferrocarril a La Paz se encuentra abandonado.

Otros van más allá en las desavenencias. Dividir para reinar podría ser su consigna. Más equivocado. Tomar partido en estas disputas las agrava y favorece posteriores alianzas. Tanto Perú como Bolivia tienen aspiraciones reivindicatorias sobre territorios chilenos. Los dos impugnan tratados limítrofes: uno en La Haya y el otro en su Constitución Política y en los foros internacionales. Especial atención merece Evo Morales, que practica el proselitismo ideológico entrometiéndose en asuntos internos de otros países. Se declaró marxista leninista, sostiene que los pueblos originarios tienen derechos preferentes y superiores al resto de los ciudadanos, y los llama a unirse en esa lucha. Los peruanos lo están sufriendo. Dicen que las huellas bolivianas están marcadas en el enfrentamiento de Bagua, que costó la vida a 22 policías y a otros tantos indígenas peruanos.

Preocupa que las autoridades sostengan que tenemos las mejores relaciones de la historia con Bolivia y ásperas con el Perú. Más inquietante. Parecería que ésa es una opción oficial, apartándose de la política de Estado e ignorando sus repercusiones en los lazos con Perú, que es mucho más importante para nuestros intereses. Con Bolivia no tenemos ni siquiera embajador, se encuentra en la anomia y su Presidente utiliza los mismos procedimientos que Chávez para controlar y perpetuarse en el poder.

Nos interesa que a Perú y a Bolivia les vaya bien. Lamentablemente no está sucediendo. Ocurría hasta recientemente en Perú. Alan García se ha debilitado. Su gobierno se ha manejado con ineptitud en lograr acuerdos con los indígenas para desarrollar la Amazonía. Ha creado una severa crisis política que pone en peligro la continuidad de un gobierno capaz de mantener el orden y la prosperidad. El fantasma de Ollanta Humala ha vuelto a renacer, para agrado de Evo, que dice ser nuestro amigo, pero no sabemos a qué precio ni por cuánto tiempo

 

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*Abogado y Consejero del Instituto Libertad y Desarrollo